LA VISITA DE MIS SOBRINOS
LA VISITA DE MIS SOBRINOS
Es un jueves por la noche, como a las 8 de la noche, el escenario es la casa de mis padres,
de repente, se escuchan gritos sin cesar:
-¡Mita, Mita!, ábrenos-casi como una orden.
Son mis 4 sobrinos, 2 niños y 2 niñas, 2 grandes y 2 pequeños, simetría perfecta.
Parecen una marabunta, llegan con singular energía, demandando atención de manera
incesante, sin descanso para mis padres.
Pero no todo es malo, su juventud los revitaliza, su sonrisa los anima,
Juegan con mis perros y gatos, es lo poco que he podido enseñarles, a querer, cuidar y
respetar a los animales, a ser empáticos con ellos.
Es momento de la comida y el desorden va en aumento, ya que no les han enseñado a mis
sobrinos a respetar, a hablar sin gritar, a pedir las cosas por favor, a ser empático con las
personas mayores.
Mis sobrinos no saben escuchar ni mucho menos aceptar un no por respuesta, la escuela
es secundaria, primero es brillar en sociedad, esas han sido las enseñanzas de mi hermana.
El desorden sigue; por supuesto que pasamos buenos momentos, riéndonos, viendo la
televisión, inclusive paseando a los perros.
Así es un día con mis sobrinos, amor descontrolado, desenfocado…
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